viernes, 17 de septiembre de 2010

Piedritas

Creo que a veces una piedra, una piedrita cualquiera, puede encerrar un secreto terrible, cuya revelación se producirá tan sólo en caso de patearla sin darnos cuenta y si uno sigue caminando como si nada hubiera pasado. Por eso ando así por las calles, sin mirar para abajo, con la sensación de haber perdido, quizás en la esquina recién cruzada, la última oportunidad de descubrir y conocer la verdad que me estaba destinada y que quedó atrapada allí, en el interior de una piedrita cualquiera.

3 comentarios:

  1. creo que esa mismísima sensación del final es justamente la verdad que surge de la "piedrita" que pateamos sin darnos cuenta e inesquivablemente al vivir; sensación más que de cualquier pérdida contingente es motor de toda búsqueda contigua...
    un abrazo Mario...

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  2. Una piedrita cualquiera, mimetizada entre tantas otras, cómo saber si aquella piedrita estaba en esa esquina y si estaba, tal vez no fuera la indicada.
    La indicada, la que responde los enigmas, será sólo aquella que patemos sin darnos cuenta.
    Bello texto Mario.
    Un saludo

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  3. Es cierto, a veces lo mas insignificante encierra la verdad que andamos buscando, por eso no hay que ir por la vida distraídos.
    (te lo digo yo que soy una despistada)

    Besos.

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